¿Sabías que arte, ciencia y tecnología están mucho más relacionadas de lo que parece?

¿Y que el mismísimo Einstein alabó la importancia de la perspectiva artística para ser un buen científico?

Muchas personas creen que el arte, la ciencia y la tecnología son cosas inconexas. Sin embargo, no están tan separadas como parece a primera vista. Para desterrar ciertos mitos, en este post, quiero compartir con vosotros algunas de sus uniones e introducir las posibilidades que esta reunión ofrece a la educación STEM.

La educación artística es uno de los grandes desconocidos de la educación. Muchas personas, cuando piensan en la educación artística, se imaginan que es un “pinta y colorea” que solo deleita a los ojos.

Sin embargo, este tipo de educación, en donde se engloban todas las artes, es una de las más completas que existe, por no decir que es la más completa, y no solo por esa variedad de prácticas, medios y lenguajes, sino porque se plantea como el perfecto vehículo para facilitar la educación del nuevo milenio.

Pero vayamos por partes. Antes que nada, toca señalaros los contenidos que podréis ver en este post.

Introducción:

¿qué hace una chica como tú,

en un sitio como este?

Gracias a comentarios y preguntas de muchas personas durante estos últimos meses, me he dado cuenta de que muchos comparten ideas preconcebidas de lo que abarca o no el arte. La vinculación del arte con las ciencias y la tecnología, les resulta extraña.

Sin embargo, aquí tenéis a una artista sonora y plástica, a la que le encanta la ciencia y la tecnología, y que es investigadora en el Proyecto X-COV, donde desarrollamos herramientas para analizar radiografías con Inteligencia Artificial.

Muchos os preguntaréis ¿qué pinta una artista en un proyecto de medicina contra el COVID-19? De hecho, ha sido la pregunta obligada en todas las entrevistas que me han hecho este año. Esa y por cuál de las dos líneas me decantaría, si por artes o por ciencias. – Pues por ambas – 🤓

Pero se ve que esto no es tan obvio. Muy pocos saben que no tengo que decidir, sino disfrutar de ambas y potenciarlas entre sí. Y es que artes, ciencias y tecnologías, en realidad son muy cercanas, y llevan interrelacionándose desde hace milenios.

Arte y ciencia, fuentes de inspiración mutua:

Podemos encontrar uniones de arte y ciencia en el surrealismo de Dalí y el inconsciente de Freud, en el cubismo de Picasso y las teorías sobre el espacio-tiempo de la relatividad, en la geometría y proporciones áureas de las pinturas y esculturas renacentistas, o en la matemática que hay tras toda música.

Aunque en el caso de Einstein esta asociación le resultaba muy lejana a la realidad y Picasso tampoco se inspiró en la relatividad. El cubismo fue sobre todo fruto de la revolución hacia la abstracción que en pintura se estaba produciendo en las vanguardias históricas. Es una ruptura con la tradicional perspectiva renacentista Y Supuso la reivindicación del papel de la pintura frente a la fotografía. Ninguna cámara puede librarse de la perspectiva.

Respuesta de Einstein a un historiador de arte:

«La esencia de la teoría de la relatividad ha sido incorrectamente entendida (en su artículo), y doy por supuesto que este error ha sido sugerido por los intentos de divulgación de la teoría. Para la descripción de un estado de hechos dado uno utiliza casi siempre un solo sistema de coordenadas. La teoría dice solamente que las leyes generales son tales que su forma no depende de la elección del sistema de coordenadas. Esta exigencia lógica, sin embargo, no tiene nada que ver con el modo en que el caso individual y específico es representado. No es necesaria una multiplicidad de sistemas de coordenadas para su representación. Es suficiente completamente describir el conjunto matemáticamente en relación a un sistema de coordenadas único.

Esto es completamente diferente del caso de la pintura de Picasso. El que en este caso, la representación sea sentida o no como una unidad artística depende, por supuesto, de los antecedentes artísticos de quien lo mira. Este nuevo «lenguaje» artístico no tiene nada que ver con la Teoría de la Relatividad.»

(Einstein, 1969)

Aun así, muchos artistas bebieron de las teorías de Einstein para formular innovadoras obras en las que plasmar su propia idea de ese nuevo mundo relativo. Como Dalí, a quien, a diferencia de Picasso, sí le gustaba que se asociase su arte con la “grandiosa teoría” de la relatividad. O como las arquitecturas imposibles de Escher, una de ellas hasta está titulada así (Relatividad, 1953).

Muchos pensadores, historiadores y críticos han encontrado asociaciones entre ambos genios. Tanto la anterior carta como el libro Einstein, Picasso. Space, Time, and the Beauty That Causes Havoc (New York, 2001) de Arthur I. Miller, son ejemplos de esas asociaciones encontradas.

Además, el arte se usa habitualmente en divulgación científica. Esas imágenes nos acercan un poquito a sus complejas teorías ayudándonos a entender un poco mejor.

Por otro lado, el arte también ha sido fuente de inspiración de la ciencia y la tecnología. ¿Os acordáis del aerodeslizador de Marty McFly en “Regreso al Futuro”? ¿Quién no querría tener uno? Pues ya es una realidad gracias a la empresa HENDO.

Y es que artes, ciencias, humanidades y tecnologías beben unas de otras y se influencian entre sí, animándose a avanzar más y más.

Arte, ciencia y tecnología, un trío altamente fructífero desde las cavernas:

En realidad, el arte siempre ha ido de la mano de la ciencia y la tecnología. Aunque la mayoría de personas lo desconocen, o no han prestado suficiente atención a su vinculación. Su caminar comenzó ya en las cavernas y así ha seguido hasta nuestros días.

Para poneros un ejemplo de los tiempos prehistóricos, podría comentaros que la evolución de los artefactos sonoros (los tatarabuelos de los instrumentos musicales) va enlazada con la de las herramientas prehistóricas. A medida que los utensilios se hacían más complejos, estos permitían hacer instrumentos más avanzados.

Otro ejemplo es la colocación de las pinturas rupestres en el interior de las cuevas, que parece que aprovechaban la arquitectura de la caverna y el estudio de sus propiedades acústicas (Deveraux, 2001 y Waller 1993). Y en otras investigaciones también se han descubierto relaciones acústicas que parecen haber definido los diseños arquitectónicos prehistóricos, como sucede en el complejo de Stonehenge.

Claro está, que en aquella época no había físicos acústicos, ni arquitectos especializados en acústica, ni ingenieros, ni nada parecido. La ciencia ni si quiera se llamaba ciencia. Pero gracias a la experimentación sonora, la escucha al entorno y un primitivo método científico basado en prueba-error, consiguieron recrear un diseño acústico que potenció sus rituales mágicos y ensalzó sus construcciones sagradas (Serrano, 2008 y Waller, 2011).

Ante esto, parece que el arte, la experimentación y la intuición, abrieron puertas que la ciencia tardaría siglos en comenzar a estudiar, analizar y aplicar de forma consciente.

Muertes y resurrecciones del arte por la tecnología:

Dos ejemplos conocidos por todos y casi obligados de mencionar, son la fotografía y el cine. Son dos evoluciones científicas y tecnológicas que hoy día devoramos a raudales.

Como la mayoría de avances punteros, al principio asustaban. De la fotografía incluso se dijo que supondría la muerte de la pintura. ¿Qué sentido tenía pasarse meses haciendo un retrato, cuando con una foto lo hacías en un plis?

Sin embargo, desde entonces disfrutamos de dos nuevas artes maravillosas. Lo audiovisual cada día está más presente y con las redes sociales su crecimiento está siendo aún mayor. Mientras la pintura sigue viva ofreciendo nuevas imágenes, aprovechando otras vías para desarrollarse por sus propios caminos. Frente a la adversidad, la pintura optó por reinventarse y reivindicar su propio espacio. Esto produjo una explosión creativa en las vanguardias.

Si miramos a la actualidad, hoy día hay tecnologías todavía más disruptivas. La Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, las impresoras 3D, el Internet de las cosas (IoT)… tienen una potencia nunca antes vista.

Y sí, como toda herramienta, según cómo se use, pueden traer cosas maravillosas o terribles. Lo mismo que un lápiz. Con un lápiz puedes hacer el más bello de los dibujos, el bosquejo de un nuevo producto médico, escribir un poema o usarlo físicamente como arma no-intelectual. Espero y confío en que siempre optes por lo primero. Es lo más inteligente.

No sé ni cuantas veces me han dicho que la Inteligencia Artificial es la nueva muerte del arte y el diseño. Muchos me preguntan cómo no me da miedo meterme en un campo que, para ellos, supone el fin de mi trabajo. Yo sonrío. Sé que es complicado entender algunas cosas desde fuera. Soy consciente de que estas tecnologías ya han automatizado muchas de las tareas que hasta ahora han hecho diseñadores y creativos de carne y hueso como yo. Y seguirán haciéndolo. Pero en estos avances también veo un sinfín de oportunidades que me permiten dar rienda suelta a mi creatividad, a la vez que optimizo procesos.

Trato de tranquilizar a quienes me preguntan. Creo que el ejemplo de la fotografía es muy ilustrativo de lo que ahora está pasando. Creedme, esta no es la muerte ni del arte, ni del diseño, solo es un paso más en su camino.

Si algo caracteriza a artistas, diseñadores y creativos es nuestra capacidad de adaptarnos e ir más allá. Si nos cierran una puerta, abrimos ventanas. Si ese espacio no tiene ventanas, las pintamos abiertas y con un inspirador paisaje de fondo. Si solo contamos con muros, aprendemos a treparlos o le hacemos un boquete. Y si nos encerrasen en un continuo sin espacio, ni tiempo, siempre nos quedaría la imaginación.

Las personas creativas ven las dificultades de forma diferente. Son un reto, no cabe duda. Y obligan a apretar los dientes y a trabajar más. Pero también son una oportunidad para hacer lo que más nos gusta, imaginar y crear.

Así que, si la vida nos da limones, nosotros construimos una casita eco-friendly para pájaros y si nos da toneladas de cítricos… ¡Pues mejor! Así tenemos suficiente material para nuestra propia casa y encima aromatizada.

De hecho, ya están surgiendo nuevas formas de arte que aprovechan estas tecnologías. Festivales como MUTEK o el Sonar+D sin ir más lejos, están llenos de estas propuestas. Se están ofreciendo muchos contenidos online, así que os recomiendo que echéis ojos y oídos por sus webs. Muestran obras muy interesantes y proponen nuevas vías para el desarrollo del arte, el diseño, la arquitectura o el urbanismo.

Algo fascinante del arte es que es capaz de expandir los horizontes de comprensión y usos de las tecnologías, con lo que vuelve a realimentar la rueda.

La tradicional reunión oficial de arte, ciencia y tecnología en la educación occidental.

• Definición de arte y tecnología en la Grecia Clásica:

Los orígenes de la palabra tecnología ya vinculan al arte y la tecnología desde los inicios de la cultura occidental.

El término tecnología proviene de ‘arte’ (τέχνη, téchnē) y ‘tratado’ (λόγος lógos). Y como veis, la tercera acepción del Diccionario de la RAE lo define como “3. f. Lenguaje propio de una ciencia o de un arte.” (ASALE y RAE s. f.).

Mientras, arte (del latín ars, artis y del griego τέχνη téchnē), se refería a la capacidad, habilidad, maña y astucia para hacer algo. Todo oficio podía llegar a ser un arte, siempre y cuando se hiciera con el dominio suficiente para alcanzar la excelencia. Expresiones como la del arte de la pesca, el de la navegación o el de la cocina siguen utilizándose.

Como veis el arte se relacionaba con todo oficio y toda tecnología.

• Clasificación de las áreas del conocimiento:

Pero a pesar de que las propias palabras lo indiquen, la mayoría de personas las entienden como separadas. Es posible que esto sea por la actual clasificación de las áreas del conocimiento, influenciada por la clasificación de la modernidad. Pero cuando se mira atrás, se descubre que esto es relativamente nuevo. Durante la modernidad se separaron y se metieron en diferentes cajones, pero antes han estuvieron unidas.

En la Grecia clásica las áreas del conocimiento se llamaban artes. Se dividían en las siete artes vulgares, porque las hacía el vulgo (arquitectura, medicina, agricultura, ganadería, producción de textiles, teatro y navegación), y las siete artes liberales, de los hombres libres (música, gramática, retórica, lógica, aritmética, astronomía y geometría).

Os habréis dado cuenta de que faltan la poesía, la danza, la pintura y la escultura… 😱😱😱 Qué rapidillos sois. La poesía era una inspiración divina que traían las musas, por lo que los poetas eran considerados como semidioses. Danzarines, pintores y escultores solo imitábamos a la naturaleza (mímesis), así que nos metieron con los mimos 🤡 Encima, como la escultura requería mucho esfuerzo físico, cosa con muy poco glamour en la época, nos pusieron con los vulgares. Cosas de los clásicos.

No quiero aburriros con clasificaciones. Además, podéis verlas por vosotros mismos en El Atlas Histórico Interactivo de las Disciplinas de la Swiss National Science Foundation. Allí podréis comprobar por vosotros mismos que, al menos la música, siempre se colaba junto a la matemática, hasta que llegó la modernidad.

STEAM, la reunión contemporánea:

La educación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) es un nuevo enfoque educativo. En él se propone aunar Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en un todo.

Mientras la educación STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics), es una de las vertientes de STEM, en la que se añade la A de arte y diseño. Como veis artes, ciencias y tecnologías vuelven a unirse en la actualidad.

Ambas están de moda porque responden a las nuevas necesidades educativas del nuevo milenio. La III Revolución Industrial y sus tecnologías disruptivas ya están aquí, cambiando nuestro mundo, sus sociedades y los modos de producción, relación y trabajo. En posteriores posts os hablaré de ambas con mayor profundidad.

Renacimiento: Un conocido ejemplo del potencial del artista dentro de lo STEM:

El renacimiento fue una época dorada en la que artes, ciencias, tecnologías y humanidades brillaron, y siguen haciéndolo. ¿Quién no conoce a Galileo, Copérnico, Miguel Ángel o Da Vinci?

En aquellos tiempos, a las artes y las ciencias se sumaron las tecnologías. Sobre todo, porque el avance científico impulsa al avance tecnológico y viceversa. Al unirlas de forma clara, se facilita el progreso. A esto hay que añadir la influencia del humanismo, así que artes y ciencias se pusieron al servicio del nuevo ideal del ser humano, individual y colectivo.

También es muy interesante, como se potenciaba la multidisciplinariedad en los talleres y escuelas de artes y oficios. Como los de Verroquio y Pollaiuolo, donde estudió Leonardo hasta superar a sus maestros. Allí se aprendía dibujo, pintura, escultura… junto con principios de ingeniería, arquitectura o incluso lutería (construcción de instrumentos).

Leonardo Da Vinci es el paradigma de persona renacentista, hipercreativa, transdisciplinar y autodidacta.

No solo hizo dibujos, pinturas y esculturas que todavía nos maravillan, y en las que se encuentran muchas experimentaciones técnicas que demuestran su carácter artístico-científico. Da Vinci fue mucho más allá de su área, y aplicando en ellas su praxis artística, llegó donde otros no supieron ni soñar.

Por ejemplo, sus edificaciones y sus estudios arquitectónicos y urbanísticos también son muy destacados y reconocidos. Realizó escenografías para diferentes obras de teatro. Sus dibujos sobre botánica y anatomía son mundialmente conocidos, no solo dentro del arte, sino en biología y medicina. Menos conocidos son sus estudios musicales y sonoros, como los del canto de los pájaros, y los de diferentes sonidos y ruidos. Construyó múltiples instrumentos y fue pionero de lo que siglos después se llamaría Ecología Acústica. También se interesó por el “arte” de la guerra, proponiendo muchos inventos relacionados con ataque o defensa. Y analizó procesos metalúrgicos y mecánicos adentrándose en la ingeniería.

Para rizar el rizo, esto es solo un ejemplo de la infinidad de campos en los que trabajó.

Da Vinci, es el perfecto ejemplo del enorme potencial de sumar las distintas áreas del conocimiento y aprovecharte de todas ellas para conseguir tus objetivos e innovar. También lo es de cómo los procesos y las prácticas más relacionadas con las artes, pueden ser muy útiles cuando se aplican en otros espacios.

Multidisciplinariedad, creatividad, capacidad de análisis profundo y el pensamiento crítico y el disruptivo son palabras que, en la educación STEM y STEAM, cada día tienen más importancia y hasta se están convirtiendo en piedra angular. Viendo los aportes de este genio, se hace mucho más sencillo entender por qué.

Científicos-artistas y artistas-científicos:

No solo los artistas vemos el interés de estas vinculaciones. Muchos científicos también lo hacen. Por saltar de genio en genio, hablemos un poco de Einstein. Su amigo Alexander Mozskowski, dijo que Albert Einstein reconocía una inexplicable conexión entre la música y su ciencia (Mueller, 1967, 171, visto en: “Einstein On Creative Thinking,” n.d.).

De hecho, advirtió en repetidas ocasiones que, para él, los mejores científicos eran los que también fueron artistas, y viceversa. En mi humilde opinión, no le faltaba razón.

Cuando buceas en la vida y trabajo de muchos científicos encuentras que, lejos de lo que pueda parecer a primera vista y de la seriedad de lo académico, son enormemente creativos, muchos realizan alguna disciplina artística en su tiempo libre, e incluso hay quienes aplican prácticas propias de las artes, para desarrollar mejor sus proyectos científicos o innovar en su campo.

Por el otro lado, los grandes artistas siempre suelen beber de ciencias, tecnologías y las humanidades, para explorar un tema que les interesa en profundidad, tener otras perspectivas, encontrar inspiración, dialogar con las musas, expandir sus horizontes de comprensión o para aprovechar los mejores materiales y herramientas en sus obras y procesos.

Y las competencias que se desarrollan en ambas áreas tienen muchos puntos en común. A los artistas, igual que a los científicos nos encanta el misterio. Ambos tenemos la manía de intentar ver más allá de las apariencias. Nos gusta atender con profundidad y descubrir lo invisible, escuchar lo inaudible y tocar lo intocable para entender la vida y alcanzar esa quintaesencia que nos ayuda a crear una teoría innovadora o una insólita performance. Estamos acostumbrados a atender, analizar, repensar y experimentar hasta más allá de la saciedad.

Algunos ejemplos de artistas-científicos son el ya mencionado Da Vinci, Goethe, Lewis Carroll o Dalí, mientras científicos-artistas los encontramos en Morse (pintor), Einstein (músico), Richard Feynman (dibujos de Ofey) o Brian May (astrofísico y músico), alguien mundialmente reconocido por el genial grupo musical Queen.

Resumen de lo más importante:

Como resumen solo quiero centrarme en tres ideas básicas. La primera es que artes, ciencias, humanidades y tecnologías comparten muchas más cosas de lo que parece. La segunda es que, en sus reuniones se obtienen grandes beneficios y a veces, hasta da la impresión de que se saca aún más que si se trabaja en ellas por separado. La tercera es que grandes científicos y artistas-científicos aprovechan su arte en su desempeño científico.

Y vosotros ¿qué opináis?

¿Tenía razón Einstein?

¿Puede una perspectiva artística ayudarte en otras áreas?

Referencias:

Einstein, Albert. De mis últimos años. Aguilar, Madrid (1969), Tomado de la Web del Donostia International Physics Center, [WWW Document], URL: http://dipc.ehu.es/digitalak/orriak/castellano/artes.html (accessed 10.13.20).

Hoverboard, n.d. . The Hendo Hoverboard. URL /the-hendo-hoverboard/ (accessed 10.17.20).

Arthur I. Miller. Einstein, Picasso. Space, Time, and the Beauty That Causes Havoc (New York, 2001).

Devereux. Stone ages Soundtracks. 2001. Pág.112.

Waller. «Sound reflection as an explanation for the content and context of rock art.» Rock Art Research. vol. 10. no. 2. 1993.

Serrano Monsalve. «Arqueología acústica». FIA 2008.

Waller. «Stonehenge-like Auditory Illusion Evoked by Interference Pattern». ASA Lay Languaje Papers. 2011.

Festival of digital creativity and electronic music [WWW Document], n.d. . MUTEK. URL https://mutek.org/ (accessed 10.17.20).

Sónar+D Barcelona [WWW Document], n.d. . Sónar+D. URL https://sonarplusd.com/es (accessed 10.17.20).

ASALE, RAE, n.d. Diccionario de la lengua española | Edición del Tricentenario [WWW Document]. «Diccionario de la lengua española» – Edición del Tricentenario. URL https://dle.rae.es/ (accessed 10.13.20).

ASALE, RAE, n.d. arte | Diccionario de la lengua española [WWW Document]. «Diccionario de la lengua española» – Edición del Tricentenario. URL https://dle.rae.es/arte (accessed 10.17.20).

Sandoz, Raphaël. Interactive Historical Atlas of the Disciplines. [WWW Document], 2018. Project launched by Dr Raphaël Sandoz, University of Geneva. URL http://atlas-disciplines.unige.ch/ (accessed 10.13.20)

Einstein On Creative Thinking: Music and the Intuitive Art of Scientific Imagination [WWW Document], n.d. . Psychology Today. URL http://www.psychologytoday.com/blog/imagine/201003/einstein-creative-thinking-music-and-the-intuitive-art-scientific-imagination (accessed 10.13.20).

Imágenes gratuitas tomadas de pexels y pixabay.

Rocío Silleras-Aguilar

PhD in Fine Arts, specialist in plastic and sound art. Web Developer and Expert in Artificial Intelligence and Big Data.

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