Vividero en Matadero
Cuéntale a Gaia.
(Instalación sonora / Sound Instalation, 2011)
(ENG Abstract) Vividero is a sound installation that talks with the solid structure of the deposit of water of the Matadero Cultural Center, creating a direct communication with it by percussing its «skin» with 14 electronic sound devices that I call crickets. The fifteenth device records, plays and translates the messages that visitors want to transmit to this structure, translating airborne transmissions to solidial and communicating those ideas into the tank.
(ESP) Vividero es una instalación sonora que conversa con la estructura sólida del depósito de aguas del Centro Cultural Matadero, creando una vía de comunicación directa con ella al percutir su “piel” de forma sonora mediante 14 dispositivos electrónicos que denomino grillos. Un 15 dispositivo graba, reproduce y traduce los mensajes que los visitantes quieran transmitir a esta estructura, traduciéndolos de aéreos a solidiales, transmitiéndole así esas ideas al interior del depósito.
El depósito de especies de Matadero de Madrid revive la memoria de este Matadero continuando con su función alimentaria, ahora dedicada a la preservación, la rehabilitación, el recuerdo de la memoria y la creación artística, que son sus nuevos pilares, en vez de la muerte y transformación de animales en alimento para el hombre que es su tradicional función. Aprovechando tal espacio, su historia pasada, presente y futura y estas construcciones que se alzan como símbolo de nuevas memorias, la pieza se remite a estas y otras construcciones y memorias, las de la materia y al impacto del sonido y la palabra sobre su estructura interna.
Lo sólido, gracias a ser el estado de la materia más estable y que perdura más en el tiempo ha servido y continua sirviendo como estado material predilecto para preservar la memoria. Sin ir más lejos estas hojas de papel y la tinta que remarca sonidos y silencios (palabras) sirven de remembranza del Vividero. Pero este sólido aparentemente callado, inamovible e in-sonoro posee en sus estructuras más internas (nivel atómico y cuántico) un dinámico universo sonoro que le es sustento. Comprobando que a nivel científico los poderes del sonido recobran actualmente su fuerza no puedo dejar de cuestionarme sobre si el sonido que se ha producido en este espacio ha podido afectar a esta materia sólida o si habrá transformado de algún modo su organización interna.
Este sólido depósito se planta en la tierra y se eleva al cielo transportando el líquido elemento que limpió la muerte, borró las huellas de su recuerdo y ahora lo alarga rememorando historia, evolucionando en sus funciones que actualmente dan vida conservando y sustentando a las especies vegetales del nuevo vivero. Ante su cruenta historia pasada resuenan también en mi memoria las palabras de Adolf LOOS de ” (…) que la música, lo sonoro y por tanto toda acción, imposiblemente in-sonora, que en ella se haya realizado que ha sonado en una sala impregna literalmente sus materiales de sus cualidades o de sus defectos.”[1] Ante lo anteriormente expuesto me cuestiono sobre la perspectiva interna del depósito frente a esas resonancias de mugidos desangrados y últimos suspiros. ¿Habrán marcado estos su estructura? ¿Contendrá su interior el dolor de este recuerdo? ¿Podría afectar esta construcción de la memoria a la nueva construcción y condicionar las funciones de alimento que ahora desea procurar?
Tratando de comprender igualmente “la escucha” del agua que contendrá ese depósito y alimentará a esas nuevas vidas, dado que los estados de la materia son internamente muy similares, se pueden ampliar los horizontes de la afirmación de LOOS a este otro material líquido. Relacionada con esta idea aparecen las hipótesis de Masaru EMOTO sobre la memoria del agua y su talento para memorizar vibraciones.[2] Rigores científicos aparte, sus ideas pueden servir de bella metáfora que amplíe puntos de vista y las posibles escuchas y ánima a repensar sobre nuestro trato a Gaia, a nuestro sistema de vida acuático-oxigenado y a todos sus seres incluyéndonos a nosotros mismos. Aunque esta instalación no pretende entrar en el debate sobre la veracidad o no de estas afirmaciones sino jugar plásticamente con ellas.
Vida y muerte parecen encontrarse siempre en continua relación dicotómica. Más allá del bien y el mal las muertes de esas reses sirvieron para dar vida a muchos madrileños que asimilaron sus carnes como alimento. Superando blancos y negros, su fin busca ante todo honrar, ennoblecer y recordar a aquellos que murieron y a los que vivieron gracias a estos, agradecer al agua que da vida y limpia la muerte y elogiar al alimento sea este físico o para el alma. En pocas palabras, vida-muerte, carne, agua, arte, memoria y comunicación.
Sobretodo comunicación, ya que su vía y primer-último cometido es conversar con la materia sólida. Entablar pláticas con muros y piedras es una actividad que el hombre ha realizado innumerables veces a lo largo de su historia, desde las cavernas y nuestros prehistóricos ancestros, hasta las conversaciones grafiteras actuales.[3]
En SoundCloud he colgado los mensajes que los 14 dispositivos pregrabados o grillos, mandan a la estructura del depósito.
Galería de imágenes del proyecto. Rocío SILLERAS.
NOTAS A PIE:
[1] Letra cursiva propia, redonda de Carles y Palmese. CARLES y PALMESE. “Paisaje sensorial”. Revista Scherzo. Vol. 21. Nº 203. Dic., 2005. Dossier Música y arquitectura. Pág. 5.
[2] Véase como ejemplo: Entrevista de PUNSET a EMOTO en el programa 207 de Redes. Disponible [en línea] en: http://www.rtve.es/tve/b/redes2007/semanal/prg209/entrevista.htm [Últ.rev.9-6-11].
[3] Desde la antropología véanse como referentes tanto las investigaciones de REZNIKOFF y DAUVOIS o las del Dr. Steven J. WALLER. Centrados en lo artístico, destacar a Gyula Halász BRASSAÏ (1899 – 1984) y las conversaciones con los muros que fotografía y analiza.